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sábado, 7 de enero de 2012

ABUSO ANIMAL-ABUSO HUMANO

Para los investigadores, el gusto por la crueldad hacia los animales es una alarma que los pone sobre aviso ante posibles violadores y asesinos en serie.
"Un asesino comienza matando y torturando animales cuando es menor de edad" asegura Robert K. Ressler
Estos pueden ser la primera alerta de una patología violenta que incluirá víctimas humanas.




Asesinos sobresalientes

La historia está llena de ejemplos: Patrick Sherrill, quien mató a 14 compañeros de trabajo en una oficina postal y posteriormente se suicidó. Tenía todo un historial por robo de mascotas en su vecindario para llevárselas a su perro y hacer que éste los atacara y mutilara.

Earl Kenneth Shriner, quien violó, apuñaló y mutiló a un niño de 7 años, era conocido en su zona como el chico que ponía cohetes a los perros por el recto y colgaba gatos.

Albert De Salvo, el "estrangulador de Boston", que mató a trece mujeres, encerraba a perros y gatos dentro de cestos de naranjas para disparar y atravesarlos con flechas en su juventud.
Los actos violentos hacia los animales han demostrado no ser únicamente reflejo de una psicopatía exclusiva hacia los animales. "Cualquiera que esté acostumbrado a menospreciar la vida de cualquier ser viviente, está en peligro de menospreciar también la vida humana" escribió el Dr. humanitario Albert Schweitzer.

"Un asesino comienza matando y torturando animales cuando es menor de edad" asegura Robert K. Ressler, quien desarrolló algunos de los perfiles de asesinos en serie para el FBI. Los estudios realizados han convencido a los sociólogos, legisladores y a las cortes de que los actos de crueldad hacia los animales merecen su atención. Estos pueden ser la primera alerta de una patología violenta que incluirá víctimas humanas.





Un largo camino de violencia

El abuso hacia los animales no es simplemente un "detalle más" en la personalidad del individuo, sino un gran síntoma de desorden mental. Las investigaciones realizadas por psicólogos y criminólogos demuestran que los individuos que cometen este tipo de abusos con los animales no se detienen allí, muchos de ellos continúan con sus congéneres humanos.

El FBI determinó que el maltrato a los animales es una característica común en violadores y asesinos y los procedimientos de diagnóstico y tratamiento de psiquiatría enlistan esta práctica dentro de desórdenes de la conducta."

Los estudios realizados demuestran que los criminales agresivos tienen mayores posibilidades de haber maltratado animales cuando eran niños que los delincuentes cuyas faltas no tienen relación con la violencia a otras personas (como estafadores u otros delincuentes).

Un examen practicado a pacientes psiquiátricos que repetidamente habían torturado a perros y gatos mostró como resultado que todos ellos eran agresivos hacia los seres humanos. Para los investigadores, el gusto por la crueldad hacia los animales es una alarma que los pone sobre aviso ante posibles violadores y asesinos en serie.

"Estos son los niños a los que nunca les enseñaron que no es correcto picar los ojos de un cachorro" dice Robert Ressler, fundador de la unidad de ciencias del comportamiento del FBI.


Patrick Sherrill asesino que comenzó
"su carrera" lastimando animales.
Asesinos sobresalientes

La historia está llena de ejemplos: Patrick Sherrill, quien mató a 14 compañeros de trabajo en una oficina postal y posteriormente se suicidó. Tenía todo un historial por robo de mascotas en su vecindario para llevárselas a su perro y hacer que éste los atacara y mutilara.

Earl Kenneth Shriner, quien violó, apuñaló y mutiló a un niño de 7 años, era conocido en su zona como el chico que ponía cohetes a los perros por el recto y colgaba gatos.

Albert De Salvo, el "estrangulador de Boston", que mató a trece mujeres, encerraba a perros y gatos dentro de cestos de naranjas para disparar y atravesarlos con flechas en su juventud.



Brenda Spencer, quien abrió fuego en una escuela de San Diego, matando a dos niños e hiriendo a otros nueve, habitualmente torturaba perros y gatos incendiándoles la cola.Carroll Edwrad Cole, ejecutado por 5 de los 35 asesinatos de los que había sido acusado, confesó que su primer acto de violencia cuando niño fue estrangular a un cachorro. En 1987, tres estudiantes de una secundaria de Missouri, fueron inculpados de la muerte por golpes de otro estudiante. Todos ellos habían incurrido en prácticas de mutilación a animales varios años atrás. Uno de ellos confesó haber matado tantos gatos que ya había perdido la cuenta. Dos hermanos que asesinaron a sus padres, platicaron a sus compañeros de clase que habían decapitado un gato. El asesino serial Jeffrey Dahmer había incrustado las cabezas de perros, ranas y gatos en palos.


Brenda Spencer mato a dos niños
e hirió a nueve.
Más recientemente, asesinos como Kip Kinkel de 15 años, estudiante en una secundaria de Sprignfield Oregon, y Luke Woddham de 16 años de Pearl Missouri, torturaron animales antes de optar por las balaceras en sus escuelas. Eric Harris y Dylan Klebold, estudiantes de secundaria en Columbine, alardeaban con sus amigos el haber mutilado animales antes de matar a 12 compañeros de escuela para finalmente matarse entre sí.

"Existen muchas similitudes en la mayoría de todos estos asesinatos" dice el Dr Harold S. Koplewics, director del centro de estudio del niño en la universidad de Nueva York. "Usted tiene un niño que es agresivo con sus compañeros de escuela, tiene predilección por el fuego, cierto gusto por el maltrato hacia los animales y se aísla de los demás, son señales que incluso muy probablemente hasta la escuela ha ignorado" .

Tristemente, la violencia en la niñez de estos criminales nunca fue notada hasta que afectó a humanos. La antropóloga Margaret Mead dijo: "Una de las cosas más peligrosas que le pueden suceder a un niño es matar o lastimar a un animal y seguir como si nada hubiera sucedido".


La crueldad hacia los animales y la violencia familiar

La violencia doméstica generalmente afecta a los más indefensos, a los niños y a los animales y es de manera frecuente. Los adultos que descuidan las necesidades mas básicas de un animal o lo maltratan, muy probablemente también lo harán con sus hijos. Este tipo de personas saben muy bien que maltratar a un niño en la calle no causa tanta reprobación como el maltratar a un animal públicamente.

El 88% de 57 familias de New Jersey que están en terapia por maltrato a menores, admiten haber maltratado a sus mascotas también. El 83% de 23 familias británicas que fueron acusadas por maltrato o descuido a sus animales, fueron identificadas por los especialistas como riesgosas para sus propios hijos.

En un estudio practicado a mujeres golpeadas se encontró que el 57% de ellas había declarado que sus parejas habían matado o golpeado también a sus mascotas. Una de cada cuatro confesó haberse quedado con la pareja por temor a dejar a la mascota con él.



Mientras que el abuso a los animales es una señal de alerta que indica maltrato infantil, los padres no son siempre los que maltratan a los animales. Los niños que maltratan animales están probablemente repitiendo una lección aprendida en casa, tal como sus padres, reaccionan al enojo o a la frustración con violencia y esta violencia recae en el único miembro de la familia más vulnerable que ellos: la mascota.

Un experto comentó: "Los niños que viven un ambiente violento se caracterizan por participar en corretizas en las cuales lastiman o incluso llegan a matar a un animal. De hecho, la violencia familiar es como una escuela donde los niños aprenden para ejercer posteriormente el maltrato hacia los animales y probablemente en un futuro hacia otros seres humanos.



Animales torturados y maltratados.
Signo de problemas mayores


Deteniendo el ciclo del maltrato

Los psicólogos están de acuerdo en que el maltrato a los animales es uno de los mejores ejemplos de la continuidad de un desorden psicológico de la niñez a la edad adulta. La facultad de veterinaria de la Universidad de Cornell afirma que en poco tiempo se han documentado casos diagnósticos de gran valor de niños que maltratan animales.

Los padres, maestros y comunidades que no dan importancia al abuso animal y que lo califican como un "crimen menor", en realidad no están concientes de que es una bomba de tiempo.




En lugar de menospreciar estas situaciones, las comunidades deberían pedir más castigo para las personas que maltratan animales, buscar señales de violencia dentro de las familias y exigir tratamiento continuo para los agresores. La población debe aprender a reconocer que el maltrato hacia CUALQUIER SER VIVO es inaceptable y pone en peligro a todos.

En 1993, California se convirtió en el primer estado en autorizar una ley que dictaba que los oficiales encargados del control animal, debían también, reportar maltrato infantil. Los reportes voluntarios de maltrato también están vigentes en estados como Ohio, Connecticut y Washington. En Florida existen leyes similares. "El maltrato hacia los animales es una alerta de violencia doméstica hacia los demás miembros de la familia" afirma Steve Effman, quien aleta al público a través de anuncios. "No podemos seguir ignorando esta conección por más tiempo".


Adicionalmente, los niños deben aprender a cuidar y a respetar a los animales al entender que son sus derechos. Después de muchos estudios sobre los lazos existentes entre el maltrato animal y el humano, dos expertos concluyeron "Debemos promover una relación más saludable y positiva entre los niños y los animales de forma que se pueda dar una evolución hacia una sociedad mas gentil y humana".

Como puede contribuir

Exija a la escuela de sus hijos y al sistema judicial que tome muy en serio el maltrato hacia los animales. La ley debe enviar un mensaje a la población advirtiendo que la violencia contra cualquier ser vivo -humano o no-, es inaceptable.

Revise cuidadosamente cualquier señal de maltrato o descuido ya sea a niños o a animales. Si un menor le informa que alguien está maltratando o descuidando a un animal, tómelo muy en serio ya que muchos niños no hablan de su propio sufrimiento pero les es mas fácil hablar del maltrato a un animal.

No pase por alto esos actos de crueldad a un animal por mínimos que sean ocasionados sobre todo por un menor. Hable con el menor y con sus padres. Llame incluso a una trabajadora social si lo cree conveniente.
http://www.gepda.org/esp/estudios/abuso.htm

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